Empieza a crear un hábito para trabajar diariamente con las 4 preguntas cada vez que te sientas mal. Estas 4 preguntas te devuelven el poder personal y te traen paz y felicidad interior poniendo el foco en ti. Las 4 Preguntas: 1. ¿Es eso verdad? 2. ¿Tienes la absoluta certeza de que eso es verdad? 3. ¿De qué manera reaccionas cuando tienes ese pensamiento? 4. ¿Quién serías sin ese pensamiento?. Siéntate en una mesa y pon en ella los muñecos. Tú los iras moviendo con las dos manos al unísono que hablas haciendo de narrador. Además de esto puedes ir cambiando asimismo con las manos el fondo o el paisaje que tú mismo puedes hacer con una hoja de papel. Todo sencillísimo. Intenta poner la cámara entre tú y los muñecos apoyada en la mesa, los muñecos van a estar cerca de la cámara y van a parecer muy grandes, como si de una historia se tratase haciendo todo muy entretenido. Sin embargo, los humanos son capaces de hacer el amor todo el día, todos los días si es su deseo individual, por lo que debe haber más para el sexo que la procreación directa. El hombre es capaz, a través de su conciencia, de elevar su expresión sexual a un nivel superior, uno que es un paso evolutivo. La contención de la fuerza vital mediante la relajación da lugar a la quietud y una forma superior de autoexperiencia. Las experiencias sexuales se vuelven estimulantes, de forma profunda enternecedoras y nutritivas. Además, la capacidad de estar relajado en el sexo y eludir el sexo orientado al clímax lleno de tensión da sitio a una calidad de autoridad y presencia masculinas que hoy carecen en la mayor parte de los hombres. (Este aspecto será cubierto en el artículo 8).
El sofá, el borde de una cama baja o bien una silla es perfecto para esta posición
Benedetta Craveri, autora de obras como La cultura de la charla, Amantes y reinas, María Antonieta y el escándalo del collar o Madame Du Deffand y su mundo (todas y cada una ellas editadas por Siruela) combina con perfección el rigor académico con un estilo narrativo diligente y ameno que convierte cualquiera de sus obras de divulgación histórica en una genuina joya. En el caso de Los últimos desvergonzados, Benedetta Craveri nos narra las aventuras románticas y amorosas vividas por estos siete desvergonzados que se descubrieron en su tiempo (allí por el siglo XVIII francés) como genuinos maestros en el ejercicio de las artes sociales.
Una infidelidad es una herida del alma y toda herida del ánima genera una deuda emocional. ¿Qué es una deuda sensible? Es una deuda impagable, como su nombre lo dice, no se puede pagar por el hecho de que no tiene un coste. ¿Cuánto puede valer una infidelidad? ¿Qué coste puede tener el hecho de que le rompan a uno el corazón? Cuando se tiene una deuda de dinero, se sabe cuánto se debe. Por servirnos de un ejemplo, si la deuda es de diez mil dólares, tendría una persona que le recuerda continuamente su deuda y la va a tener allá cada mes cobrándole, pero cuando solo le deba los últimos mil dólares y se los pague, estará libre, puede tomar ese recibo que afirma cancelada la deuda; ya no habrá más una persona recordándole lo que le debe y cobrándole; ya no hay más reclamos, está libre y en paz.
La medicina occidental ha identificado los próximos estadios: 1) peldaño tácito (de llenado); 2) estadio tumescente (hinchado); 3) peldaño de la plena empinamiento; y 4) estadio de empinamiento recia. Los estadios de la pre y posterección (flácido y detumescente, respectivamente) ademas son añadidos en algunos casos. Para resguardar la identidad de mis expedidores he omitido cualquier referencia personal: nombre, edad, ciudad, profesión o bien detalles específicos de su vida o bien de la relación de pareja que solo a ella le competen y que no son relevantes para el tema que nos ocupa. Me he quedado con el aspecto universal de cada historia, con esos rasgos de entrega incondicional que repetimos las mujeres y que tanto nos hacen sufrir, en los que todas y cada una podemos vernos reflejadas. Posiblemente alguna lectora reconozca sus palabras en una carta, mas nadie más podría identificar esa historia como la suya.
Me encanta el juego de la seducción, disfrutar a mi lado será una sensación nueva para ti
Los relojes se pararon, el tiempo se detuvo, pero aún no había acabado el momento juego con lo que ella se volvió a poner la ropa interior y brindaron por la eterna lujuria… El aire ya prácticamente ni podía pasar entre sus bocas de lo cerca que estaban. Estaba cerca el beso. Respiración intensa, jadeos recíprocos. Si se tienen prevenciones de algún tipo respecto al sexo oral, éste es el mejor momento para despojarse de ellas y dejarlas atrás. El Tantra estima que la forma humana es una manifestación directa de la divinidad. Por eso anima a honrar y celebrar cada parte, genitales incluidos. Antes de comenzar las meditaciones relacionadas directamente con el sexo oral se recomienda gozar de una agradable ducha de agua caliente y de relajarse con ella mientras que se siente la emoción creciente de saber que se marcha a realizar un acto de amor muy sensual y agradable. Que no lo hayas hecho nunca no importa. Tú, que confías en el Tantra, sabes ya probablemente que el Tantra es conocido asimismo como el gran experimento. La violación de la prostituta es la mujer que descubre al hombre como una máquina y no como un ser humano. En ese sentido, le importa el animal humano como macho para qué le desate y satisfaga su pasión. Mas la pasión femenina es inacabable con lo que necesita al hombre como falo de una máquina perfecta, pues no piensan ni sirve para otra cosa que para darle placer. Es esta mujer que rechaza como mucho sagrado en ella que es el amor, y prosigue amando la vida e incluso al hombre, pero sexualmente corrompe ella su pasión femenina.
Siempre y en todo momento es por el dolor que uno llega al placer
Transformando los atributos positivos de su potencial enemigo en adjetivos negativos, desecha el poder de las piernas que tiene su competencia y satisface su inconformidad con ella misma. Un placer práctico, mas no menospreciado, es el servicio de limpieza que una amante sabia puede extraer de su sumisa. La mayoría de las mujeres deben limosnear, fastidiar y regañar a sus hombres para que hagan las labores familiares, sin éxito. Si hacer el trabajo de la casa es de la fantasía de su sumiso, y es posible que no lo sea, negociar el juego de poder puede hacer que negociar otros roles sea considerablemente más fácil. Si tiene una doncella marinera, sus días de limpieza de la casa pueden haber terminado, pues a él le agrada servir. Cocinar, adecentar la casa, lavar la ropa (en especial la ropa frágil para las manos) puede transformarse en de su satisfacción sexual y en la evidencia de su creciente poder. Este masaje es exageradamente sensual. Es una herramienta exquisita que nos ayuda a movilizar nuestra energía sexual, la de nuestra pareja y subirla al corazón, haciendo que esta energía penetre en lo más profundo y nos transporte al éxtasis más exquisito. Con este masaje vamos a fortalecer el placer corporal en sus formas, vamos a borrar las barreras y condicionantes sexuales impuestos por nuestra sociedad que frenan a nuestra sexualidad más pura y receptiva. Este masaje nos va a ayudar a conocer y querer nuestro cuerpo.
Carmela se había ganado a pulso su fama de reservada y siempre y en toda circunstancia la había contemplado como a alguien de trato distante y, hasta determinado punto, altivo. Carmela estudiaba en la universidad de la capital cuando ninguna escort del pueblo lo hacía y siempre había parecido preferir la compañía de un blog que la de cualquiera de nosotras. Quizás por eso no extrañó a absolutamente nadie que Carmela permaneciera extraña a las rutinas de las mujeres del pueblo. No se casó. No se supo que iniciara noviazgo alguno. Su vida en el pueblo se limitaba a abrir su farmacia y a acudir cada tarde a tomar un té a la cafetería de la plaza. Allá se la podía ver, sola, leyendo algún blog, esperando quizá que llegase el fin de semana para marchar a la capital, donde se decía que tenía un piso y de donde regresaba el lunes a primera hora para volver a abrir la farmacia con la misma amabilidad distante que siempre la había caracterizado. Los cotilleos decían que si Carmela marchaba cada fin de semana a la capital era por el hecho de que allá tenía un amante y que ese amante era un hombre casado, viajante de comercio, que empleaba con su mujer las disculpas de los viajes de negocios para pasar más de un fin de semana encamado con Carmela.