Cada matrimonio fue igual, empecé fantaseando con orgasmos y acabé fantaseando con diamantes
Accedimos al interior de la habitación, era una suite con una sala extensa, dos sillones, un sofá y una enorme alfombra en el centro. Un aposento del siglo XV adornado apropiadamente y que situaba a los huéspedes a fines de la Edad Media.