
Y se le llama cierre porque se supone que se trata de cerrar el trato
Antes de cualquier roce o bien contacto físico, está el sonido. La voz activa igualmente sus corrientes nerviosas y amplía nuestras posibilidades. O hace que se desvanezcan. La voz es más que el chasquido de nuestras cuerdas vocales y más que las palabras al viento que expulsa nuestra boca.